En una sociedad democrática, moderna y de progreso, con estabilidad, donde cada vez más los protagonistas son los ciudadanos, las asociaciones de vecinos recobran un papel primordial en el desarrollo social y político.
Ya no tienen el papel reivindicativo de antaño, pero si cobran un papel fundamental en la construcción y mantenimiento del progreso y desarrollo, para un mayor bienestar y una mayor solidaridad.
Las A.VV son representativas de los vecinos y parte fundamental en cualquier proyecto local. Ellas aportan la opinión del ciudadano, sus aspiraciones, sus necesidades...
Las A.VV de hoy deben servir de puente de unión entre gobernantes y pueblo y no como arena arrojadiza del pueblo contra el gobierno.
Este puente de unión debe ser un transmisor de la comunicación que debe existir entre gobernantes y ciudadanos.
Los políticos pueden y deben observar la realidad a través de las A.VV y los ciudadanos deben usar las A.VV como foros de diversión y debate así como fuentes de donde poder "alimentarse".